domingo, 30 de junio de 2013

Kidushin 77 - Transgresión anula transgresión

 ר' שמעון היא, דאמר: אין איסור חל על איסור, דתניא, רבי שמעון אומר: האוכל נבילה ביום הכפורים - פטור 

Errar doblemente ¿Cuenta doble? Esta extraña pregunta se hace el Talmud. Contexto: un Cohen Gadol (sumo sacerdote) no puede casarse con una divorciada, con una prostituta o con una viuda. Sin embargo, si efectivamente lo hace, y se casa con una divorciada que es también una viuda ¿debe ser reprendido por un pecado o por dos pecados? Luego de una intensa discusión Rabi Shimón declara y enseña que una transgresión no "cae" detrás de otra transgresión. Es decir: la primer transgresión anula la segunda de las transgresiones. El ejemplo que da Rabi Shimón es impecable. En Iom Kipur, todos sabemos, esta prohibido comer; se trata de un día de solemne ayuno. Por otro lado sabemos que está prohibido comer Nebelot, animales que murieron por causas naturales y no fueron muertos por un Shojet (matarife ritual). Ahora bien, Rabi Shimón, nos enseña que si alguien como Nebelot en Iom Kipur uno esta exento del castigo de Caret (muerte en manos del Cielo). ¿Por qué? Porque una transgresión no cae después de la otra, en otras palabras: una transgresión anula otra transgresión. Uno en ese caso es castigado por comer Nebelot, que es una transgresión en si misma, y no por transgredir el ayuno de Iom Kipur que sería una segunda transgresión. 

¿A alguien se le ocurre algún otro ejemplo?

sábado, 15 de junio de 2013

Kidushin 76 - Buscando la ascendencia

Muchos hemos vivenciado la experiencia de que a alguna persona que se quiere casar por Jupá (por servicio religioso judío) se le exige que demuestre "su judeidad". Debe presentar algún certificado que acredite que él/ella son judíos. Lo más común es que se presente la Ketuvá (contrato matrimonial) de los padres o bien que muestre dónde están enterrados sus antepasados (la idea es que si están enterrados en un cementerio judío es que ellos eran judíos también). Siempre por el lado de la madre. Como la tradición rabínica sostiene que la matrilinealidad es la norma entonces se deben chequear que la madre, o bien la abuela por parte materna, sean judías. Más allá que todo este "chequeo" me parezca un poco macabro es un standard de la gran mayoría -sino de todas- las instituciones religiosas judías. Sin embargo: no hay nada nuevo bajo el sol. 

El Tamud nos relata que un hombre que se casa con una mujer judía, debe revisar "varias generaciones de madres". Debe asegurarse que ni su madre, ni su abuela, ni la madre de su padre ni su abuela sean mamzerot (bastardas). Recordemos que quien es mamzer no puede casarse con un judío ni entrar dentro de la congregación de Israel. En otras palabras: antes del casamiento debo asegurarme de que mi esposa "sea judía". Ahora bien ¿por qué no se averigua la genealogía del padre? El Talmud nos da una respuesta maravillosa. La lógica que utilizan para elaborar su respuesta se basa en las peleas que entablan las mujeres por lo general entre sí y las peleas de los hombres entre pares. Los insultos y los agravios que allí se utilizan, a los sabios los hace fijar está halajá.

Dicen los sabios: cuando las mujeres discuten entre ellas se insultan solamente en relación a la inmoralidad [se acusan las unas a las otras de "prostitutas" o cuestiones semejantes]. Sin embargo los hombres cuando discuten entre ellos se insultan en relación a su "origen" [se insultan diciendo que uno es hijo de una prostituta, o de una relación promiscua o un bastardo]. Por lo cual el estatus de los hombres es conocido y el de las mujeres desconocido. Es por este raro motivo que se tiene que investigar a la genealogía femenina de la familia y no la masculina. 

Suponer lo mejor. Si bien al comienzo la Mishná nos dijo que ante cualquier casamiento tenemos que buscar e inspeccionar la genealogía familiar los sabios en el Talmud nos dicen algo diferente. Ellos establecen que todas las familias tienen la presunción (Jezkat) de estar casher, es decir: aptas. En un primer momento todas las familias judías se presuponen que son aptas y que no son descendientes de bastardos o de otras uniones prohibidas. Y no hay necesidad de inspeccionar a las familias a la hora de casarse. Sin embargo sólo en el caso de que se levante una sospecha sobre alguna familia, se debe rastrear la "judeidad" de aquella persona. 

Esta ultima enseñanza de los sabios debe servirnos de inspiración para nuestro trabajo y nuestro día a día en las instituciones judías. No debemos buscar "certificados de judeidad" (algo que suena bastante nazi) a cada momento y en cada ocasión. Si una familia se acerca para participar en la comunidad, para traer a sus hijos al colegio o a las actividades o para realizar el Bar/Bat Mitzvá debemos presuponer que la familia es judía en todos los sentidos (más allá de alguna pregunta general, por su puesto).

No debemos volvernos inquisidores de nosotros mismos y antes de aceptar a alguien para una Jupá o un Bar/Bat Mitzva rastrear hasta la décima generación "la pureza absoluta" de la familia. Esto era trabajo de los Nazis, no debe ser nuestra labor. Nosotros debemos aceptar con los brazos abiertos a cada judío y judía que quiera vivir una vida judía plena. Solamente cuando se levanta una "sospecha" debemos comenzar a investigar un poco más a fondo. 

viernes, 14 de junio de 2013

Kidushin 75 - Los Cutim

¿Quiénes son los Cutim? Respuesta: Los shomronim, los samaritanos. No sé si los buenos samaritanos pero sí los samaritanos. Este "pueblo" tiene su orgien bíbilico en el libro de Melajim (Reyes) II, cápitulo 17. El pueblo de Israel había hecho lo malo ante los ojos de Dios por lo cual el Eterno manda a un rey Asirio a llevar a Samaria (y es por eso su nombre "samaritanos") a otro pueblo en lugar de los judíos que habían sido expulsados de allí. Allí mismo, estos nuevos samaritanos al comenzar no respetaban los mandamientos de Adonai pero luego Él les envía leones para que teman, y también un sacerdote para que les enseñe la Ley.

Finalmente los samaritanos aceptan una parte importante de los mandamientos de la Torá mas siguen alabando a sus propios dioses. Por este motivo se convierten en un híbrido muy interesante y discutido por los sabios del Talmud. Por un lado son judíos porque cumplen los mandamientos pero por el otro lado son idólatras porque siguen adorando a sus dioses. Cuando los judíos volvieron a Israel luego del cautiverio en Babilonia en el siglo VI a.e.c ambos pueblos comenzaron a casarse entre sí y así sus descendencias se entremezclaron. Durante toda la historia antigua hubo momentos de rivalidad y otros momentos de unión entre ambos pueblos. Iojanán Hurkanus, por ejemplo, quemó su santuario que estaba en Samaria; mientras que en la revuelta de Bar Kojva ambos pueblos lucharon juntos contra los romanos. 

La conversión. Teniendo el contexto general podemos comprender un poco mejor el debate que se genera en el Talmud en torno a los Cutim. Rabi Ishmael nos dice que los Cutim son conversos "de león", es decir, conversos que fueron obligados a convertirse por el miedo y no por un amor sincero a Dios. En otras palabras: su conversión no es válida. Rabi Akiva, por el contrario, afirma que los Cutim son conversos sinceros por lo cual son judíos en todos los sentidos. La discusión no queda resuelta.

Los mandamientos. Algunos rabinos sostendrán que los Cutim no son fieles observantes ni detallistas en la observancia de los preceptos, por ejemplo: Rabi Eliezer. Sin embargo otros sabios dirán que su matzá es totalmente válida para ser consumida en Pesaj y que con la misma podemos salir de la obligación de comer matzá en aquella festividad. Raban Shimon ben Gamliel nos dice algo desconcertante: "En todos los mandamientos que adoptaron los cutim, ellos son mucho más detallistas y cuidadosos que el pueblo de Israel". El estatus de los cutim y de sus "productos", es decir, una Torá, sus matzot, etc., generó un amplió debate en los sabios del Talmud.

Sin embargo, en forma general, los rabinos dictaminaron que los Cutim son como los no judíos en todos los sentidos ya que ellos continuaban alabando y adorando a diversos ídolos. 

viernes, 7 de junio de 2013

Avodá Zará 74 - ¿Quién es un Mamzer?

תנינא: איזהו ממזר? כל שהוא +דברים כג+ בלא יבא, דברי ר' עקיבא; שמעון התימני אומר: כל שחייבין עליו כרת בידי שמים, והלכה כדבריו; ר' יהושע אומר: כל שחייבין עליו מיתת ב"ד!

¿Quién es un bastardo? El término bastardo aunque ha sido muy bastardeado, en la literatura rabínica es el nombre que recibe un niño o una niña cuando nace producto de un determinado tipo de relación. Mamzer o Mamzeret es quien nace de una relación ilícita o prohibida, mas no toda relación ilícita produce bastardos o bastardas. La consecuencia de ser un Mamzer o Mamzeret es que no puede casarse con un judío, a menos que esté también sea bastardo o bastarda. 

El Talmud discute en extenso quiénes exactamente son Mamzerim o Mamzerot. Empecemos con lo básico: no es bueno ser mamzer o mamzeret y no se puede salir de este estatus. Hay algunos rabinos que querían ampliar la definición de quiénes eran estos bastardos y otros que querían reducirlo a su mínima expresión. Rabi Akiva decía que eran bastardos todos los hombres y mujeres que se enumeran en Devarim 23 bajo el titulo "no entrarán a la congregación de Israel...". Shimon HaTeimani (Shimon del Yemen) decía que eran mamzerim todos aquellos que nacen producto de una relación prohibida que está penada con la pena de Karet por manos del cielo, mientras que Rabi Ieoshua nos dice que son aquellos que nacen de una relación cuya pena es la muerte sentenciada por una corte terrena. 

Los códigos medievales fijan que un Mamzer es: toda persona nacida producto de una relación prohibida (Arayot) excepto el de una mujer que se encontraba en Nidá (menstruante). Todos los niños y niñas que nacen de estas relaciones, tanto voluntarias como forzadas, son considerados por las fuentes tradicionales como mamzerim. Hoy en día, el caso más común de "mamzerut", son los hijos que nacen de una mujer que se ha divorciado de su primer marido por una corte civil mas no por la halajá y todos los hijos que ella tenga con otro hombre serán mamzerim ya que según la ley judía, hasta que ella no reciba el Get (el documento de divorcio) sigue casada con su primer marido. 

Como el tema de la mamzerut es tan complejo y complicado de solucionar hay una famosa frase en la jerga rabínica que dice "Lo Bodkim ajarei hatzitziot", que de alguna manera quiere decir: no preguntemos! Si alguien viene y se presenta diciendo que es mamzer la realidad es evidente y excepto que anulemos todo el concepto de mamzerut no hay nada que se pueda hacer, sin embargo en estas ocasiones muchas veces es mejor "no saber", "no decir", "no hablar". 

martes, 4 de junio de 2013

Kidushin 73 - Quién es quién

Hay que tener cuidado con lo que enseñamos. Incluso si no faltamos a la verdad ni buscamos ofender, debemos siempre tener presente cuál es el público hacia el cual dirigimos nuestras palabras. El Talmud nos trae un ejemplo maravilloso sobre este punto. Antes de entrar en la historia debemos recordar aquello que estudiamos hace algunos días. La Mishná famosa sobre las diez genealogías (o tipologías) de judíos enseñaba también quiénes se podían casar con quiénes y quiénes no se podían casar entre ellos. Los Geirim (conversos) tenían una situación compleja (aunque como veremos también beneficiosa). Vayamos a la historia.

Se cuenta que cierta vez Rabi Zeira estaba enseñando en la ciudad de Mijoza y dijo: “los Geirim [conversos] pueden casarse con una mamzeret [bastarda]”. Los habitantes del lugar comenzaron a apedrear a Rabi Zeira con sus etrogim. Sí, con sus etrogim, aquel fruto cítrico que utilizamos para sucot, comenzaron a golpear a Rabi Zeira por sus palabras. Raba, cuando escuchó esta historia dijo en relación a Rabi Zeira “acaso hay gente que predica de esta manera cuando hay tantos geirim presentes”. O sea, en la ciudad de Mijoza había muchos conversos y estas palabras que dijo Rabi Zeira le molestaron. ¿Por qué le molestaron? Porque al decir que se pueden casar con una bastarda están diciendo que ellos no tienen el mismo estatus que los israelitas, levitas o sacerdotes que tienen prohibido casarse con una mamzeret. Les estaba diciendo, en otras palabras, que tenían un estatus inferior y que por eso se podían casar con cualquier mamzeret.

La historia continúa y nos enseña que Raba volvió a enseñar a la ciudad de Mijoza pero comenzó diciendo “Un Ger puede casarse con una cohenet (hija de sacerdote)” y lo llenaron de seda por sus palabras. A Rabi Zeira lo tiraron etrogim por sus palabras y a Raba lo llenaron de sedas, en señal de alegría por sus palabras. Le estaba permitiendo a los conversos casarse con las hijas de los sacerdotes! Es decir, los estaba igualando a cualquier judío! Ahora bien, inmediatamente enseña lo mismo que enseñó Rabi Zeira y dice: “los conversos pueden casarse con las mamzeret”. La gente extrañada le insinuó que tiró abajo todo su primer argumento por el cual ellos se alegraron mucho. Sin embargo, de manera maravillosa, Raba dice que no. Que con sus enseñanzas él les hico un bien [a ellos, a los conversos] ya que si quieren pueden casarse con una hija de sacerdote pero si lo desean también pueden casarse con una “bastarda”. Ningún otro judío tiene esta capacidad.

De forma maravillosa el Talmud nos enseña que podemos decir o enseñar exactamente lo mismo y recibir respuestas diametralmente diversas. Al enseñar, al emitir un juicio, al contar un chiste o al realizar un comentario debemos primero, antes que nada, saber quiénes son nuestros interlocutores. La vida no es un monólogo, sino que se basa en diálogos. Para que la conversación o la enseñanza sean fructíferas debemos siempre saber quién es el otro. Eso lo sabía Raba y Rabi Zeira al ignorarlo sufrió las consecuencias.


lunes, 3 de junio de 2013

Kidushin 72 - Un justo y otro justo

דאמר מר: כשמת ר' עקיבא נולד רבי, כשמת רבי נולד רב יהודה, כשמת רב יהודה נולד רבא, כשמת רבא נולד רב אשי, ללמדך, שאין צדיק נפטר מן העולם עד שנברא צדיק כמותו, שנאמר: +קהלת א+ וזרח השמש ובא השמש

El sol sale y el sol se pone, con esta metáfora Kohelet (1:5) nos enseña que en el mundo nada cambia. Todo se repite. No hay nada nuevo bajo el sol. Cuando el Rey Shlomó, según la tradición, escribió estas palabras lo hizo en la depresión al fin de sus días. Sin embargo cuando los sabios del Talmud interpretan estas palabras no lo hacen de forma lúgubre y pesimista, sino todo lo contrario. Los sabios del Talmud nos enseñan que tal como el sol sale, se pone y luego vuelve a salir, lo mismo ocurre con los justos. Un Tzadik [Justo] no parte de este mundo sino hasta que otro Tzadik sea creado en su lugar
                
Según la teología judía el mundo se mantiene en equilibrio por la presencia de 36 justos. Esta teoría fue llevada a la pantalla chica por la serie Touch. Dios permite la subsistencia de este mundo, con tanta injusticia, dolor y horror por la presencia de estos 36 justos anónimos. Un Tzadik menos en el mundo y la balanza se tornaría en contra de la subsistencia de este nuestro planeta. Por este motivo los sabios nos enseñan que un justo no muere sino hasta que nazca otro que lo remplace. No sabemos quiénes son esos justos que mueren ni esos justos que nacen de forma simultánea; sin embargo aquellos mantienen el mundo en equilibrio. El sol sale y el sol se pone, y el mundo sigue igual, nuestro universo se mantiene equilibrado.

Cuando murió Rabí Akiva nació Rabi, cuando murió Rabi nació Rabi Iehuda, cuando murió Rabi Iehuda nació Raba, cuando murió Rabá nació Rab Ashí; para enseñarnos que un justo no muere sino hasta que otro justo nazca en su lugar. De esta manera, con sabios concretos, ejemplifica el Talmud esta enseñanza. Nadie sabe quiénes son aquellos tzadikim que mantienen el equilibrio del mundo, lo cual significa que todos podemos pensar que quizás seamos nosotros. Esta idea tiene la fuerza de cambiar nuestra mirada del mundo y de nuestra tarea en él. Si quizás somos uno de esos 36 justos anónimos, desconocidos también por nosotros mismos, debemos ocuparnos en dejar este mundo no sólo descendencia biológica sino alguien que continúe nuestra tarea. No nos podemos ir de este mundo hasta no legarle a alguien nuestra misión. Y esa es nuestra principal misión: encontrarle un sentido a nuestra existencia y legarlo. Eso es todo. Así el sol saldrá, se pondrá mas volverá prontamente a salir para brillar e iluminar una nueva generación. 

sábado, 1 de junio de 2013

Kidushin 71 - Los conversos

אמר רבי חלבו: קשים גרים לישראל כספחת 

קשים גרים - פי' בקונטרס לפי שאינם בקיאים במצות ומביאים פורענות ועוד שמלמדים את ישראל ממעשיהם וכו' וי"מ לפי שכל ישראל ערבין זה בזה ולאו מילתא היא דהא לא נתערבו בשביל הגרים כשקבלו התורה כדאמרינן בסוטה (דף לז:) נמצא לכל אחד מישראל שש מאות אלף וג' אלפים [ותק"ן בריתות] שכולן נתערבו זה בזה אלמא לא נתערבו מן הגרים שהרי הרבה ערב רב עלה אתם ויש מפרשים דקשין גרים לישראל כספחת לפי שהזהיר הקב"ה עליהם בכ"ד מקומות שלא להונות אותם ואי אפשר שלא יצערום ויש מפרשים לפי שע"י הגרים ישראל בגלות כדאמר (פסחים דף פז:) מפני מה ישראל 
פוזרים בכל ארצות יותר משאר עובדי כוכבים כדי שיתוספו עליהם גרים ולא נהירא דהא אמר ביבמות (דף מז.) עובד כוכבים הבא להתגייר אומרים לו מה ראית שבאת להתגייר תדע שישראל דווים דחופים ואמרי' התם משום דיפרוש הוא דאמר מר קשין גרים לישראל כספחת אלמא דבתר שיתגיירו קשים הם וה"ר אברהם גר פירש לפי שהגרין בקיאין במצות 
ומדקדקין בהם קשים הם לישראל כספחת דמתוך כן הקב"ה מזכיר עונותיהם של ישראל כשאין עושין רצונו

Hace dos post explicamos que diez "categorías" de judíos volvieron a la tierra de Israel del exilio babilónico Dentro de estos grupos uno de ellos eran los Geirim (conversos). Al parecer, en aquellas tierras muchos idólatras decidieron convertirse al judaísmo y adoptar los ritos y las tradiciones del pueblo de Israel. A lo largo de toda la historia judía miles y cientos de miles de no judíos han decidido adoptar las costumbres del pueblo judío. La tradición rabínica tiene una postura ambivalente con respecto a los conversos. Por un lado están aquellos que afirman que los que eligen por motus propio el judaísmo y las mitzvot son más meritorios de aquellos judíos que nacieron como judíos y no tienen opción más que cumplir la Ley. Por el contrario encontramos en el Talmud frases como la que en esta ocasión expresa Rabi Jelbo: "Los conversos son duros para Israel como la psoriasis". Los Geirim son asimilados con una enfermedad que destruye la piel. Una opinión aparentemente dura y compleja, sin embargo me gustaría compartir con ustedes como los Tosafot, eruditos judíos del siglo XII, comentan y comprenden esta frase. Ellos esbozan cuatro interpretaciones:

  1. Rashí nos enseña que los conversos son como una "plaga" para Israel y conducen al mal y a la maldición ya que cuando ingresan en la comunidad de Israel no son muy cuidadosos en el cumplimiento de las Mitzvot y los judíos aprenden de ellos alejándose de los mandamientos y de la Ley.
  2. Algunos enseñan que la existencia de los Geirim le hace la vida dificil a los judíos ya que en 24 lugares en la Torá se nos enseña que no hay que afligir a los Geirim y asegurarse que nada de lo que uno dice pueda llegar a dañar las sensibilidades del otro es muy difícil. Los Geirim son como un obstáculo para el cumplimiento de un mandamiento: no herir su sensibilidad.
  3. Otra opción que se desarrolla en profundidad en el tratado de Pesajim es que el motivo del porqué el pueblo judío se encuentra disperso por el mundo más que cualquier pueblo, y en consecuencia, por ser una minoría, sufre persecuciones y masacres; es para que los diversos hombres y mujeres de todo el mundo puedan convertirse al judaísmo. Es decir, los Geirim son una enfermedad, ya que para que ellos tengan la posibilidad de convertirse los judíos deben sufrir las consecuencias de la diáspora y la pérdida de la soberanía nacional.
  4. Abraham HaGer (un tosafista aparentemente converso, por su nombre por lo menos) muy por el contrario nos señala que los Geirim son como una enfermedad para Israel porque le muestra a los judíos lo que ellos no son. Al ser los Geirim cuidadosos y muy meticulosos en el cumplimiento de los preceptos (al contrario de la primera suposición de Rashí), Dios al ver como éstos cumplen los preceptos y que los demás judíos no son tan diligentes en su cumplimiento, les hacen recordar sus errores. 
Este simple ejemplo es una prueba fantástica de la imaginación y el ingenio talmúdico y de sus estudiosos. Un ejemplo contundente que las cosas nunca son tan simples y directas como parecen. Antes de gritar a viva voz un pasaje del Talmud o de la Torá como un grito en una cancha primero debemos, al máximo de nuestra capacidad, comprender todas las posibles implicancias de aquellas palabras sagradas. Nuestros textos consagrados siempre dicen mucho más de lo que a primera vista podemos inferir.