viernes, 29 de septiembre de 2017

Ketuvot 79 - La herencia de la mujer

En una nueva Mishná se traen diversos casos de qué sucede cuando una mujer recibe cierto dinero luego de casarse. Si una mujer recibe una herencia o le regalan a ella cierto dinero o bien mueble, la Mishná estipula que se debe comprar con aquel dinero tierra. El rédito de aquella tierra, mientras estén casados, le pertenecerá a su marido pero la tierra en sí es de la mujer. Esto es lo que los sabios denominan Keren y Peirot. El Keren es el "capital" mientras que las peirot son (lit. frutas) los réditos/ganancias de aquel capital. Si bien la propiedad le pertenece a la mujer es el marido quien obtiene el rédito de la misma mientras estén casados. El Talmud especifica luego que si bien se debe comprar algo con aquel dinero que la mujer recibió ambos deben estar de acuerdo y si la pareja discute sobre que invertir siempre se debe optar por la inversión "más duradera". Por ejemplo, nos dice el Talmud, si la mujer quiere invertir en terreno y el hombre en una casa se debe comprar el terreno ya que este es más duradero que una casa. 

En una segunda Mishná se nos dice que si la mujer recibe en herencia esclavos de avanzada edad los mismos deben ser vendidos para comprar con aquel dinero tierras/propiedades. Sin embargo Rabí Shimon ben Gamliel dice que en algunos casos, como en estos o en los casos de que la mujer reciba viejos viñedos o olivas la mujer puede quedarselos sin necesidad de venderlos ya que ellos son "Shebaj Beit Abia", el orgullo de la casa paterna. En resumidas cuentas la mujer al recibir una herencia monetaria no puede quedarse con aquel dinero sino que el mismo debe ser invertido en otra posesión más duradera y el hombre podrá hacer usufructo de aquel rédito mientras estén casados; sin embargo ciertos "productos" importantes y valiosos para la familia de la mujer pueden ser mantenidos en su propiedad. 

martes, 26 de septiembre de 2017

Ketuvot 78 - ¿Quién dispone de la herencia?

Comenzamos un nuevo capítulo de nuestro tratado de Ketuvot.  Nuestra primera Mishná discute cual es el "estado" de los objetos que una mujer recibe en herencia. Antes de analizar los diversos casos que menciona la Mishná y las interpretaciones talmúdicas al respecto es importante remarcar que por lo general la mujer no puede hacer uso de sus propiedades o bienes muebles. Mientras esta bajo tutelaje paterno es el padre quien obtiene los beneficios del trabajo de su hija y si ella llegase a recibir algo en herencia o un regalo es el padre quien puede hacer usufructo de los mismos. Una situación muy similar se da cuando la mujer está casada, es el marido quien tiene los derechos para realizar transacciones con aquellos bienes. 

La duda surge en situaciones de "tránsito". La Mishná se pregunta que pasa si la mujer recibe cierta herencia antes de los esponsales (Erusin). En este caso la mujer es libre de hacer lo que quiera con aquellos bienes, puede decidir venderlos o regalarlos y aquellas transacciones son validas. Sin embargo si la herencia la recibe después de los esponsales en primera instancia la mujer no debería vender los productos ya que en poco tiempo será el marido quien deberá supervisar y aprobar las transacciones de su propiedad pero si llegase a vender alguno de aquellos bienes la transacción es valida. Ahora bien, si llegase a recibir la herencia después del casamiento y por algún motivo llegase a vender alguno de aquellos bienes el marido tiene la potestad de quitarle a los compradores aquellos bienes y ellos no pueden reclamar. La Mishná precisará luego que el marido solo puede sacarle los bienes que "son conocidos por él" de los compradores pero aquellos que él desconoce no puede sacárselos luego. El Talmud precisará que los bienes conocidos son los que se encuentran en el país mientras que los desconocidos son los que la mujer recibe como herencia en el exterior. 

viernes, 15 de septiembre de 2017

Ketuvot 77 - Los "defectos" del hombre

En las últimas Mishnaiot analizamos que ocurre cuando un hombre se casa con una mujer bajo la impresión de que la misma no posee ningún defecto pero luego de casarse los descubre. Ahora bien ¿Qué pasa si la mujer descubre que su marido tenía algunos defectos físicos y este se los ocultó? Nuestras dos últimas Mishnaiot del capítulo séptimo de Ketuvot trabajan este aspecto. La Mishná al comienzo nos dice que si al hombre le "nacen" ciertos defectos este no tiene la obligación de divorciar a su mujer. Hasta aquí el hombre tiene todas las de ganar y la mujer todas las de perder. Sin embargo Raban Shimon ben Gamliel, el patriarca de finales del siglo I d.e.c, dice que si los defectos son grandes la corte debe obligar al hombre a divorciar a su mujer. 

En una segunda Mishná se describen cuales son estos "grandes defectos" (Mumim Gedolim). Entre estos se enumeran: forúnculos, pólipos (que para los sabios talmúdicos son otra cosa, malos olores de la boca o de la nariz), hombres cuya profesión es la de recolectores (de cada de perros según el Talmud), curtidores de telas o forjador de hierro (todas estas profesiones tienen en común que trabajan con olores desagradables y estos quedan impregnados). Raban Shimon ben Gamliel agrega también: si el hombre se quedó ciego, perdió una mano o se rompió una pierna. En todos estos casos, y en casos similares, la mujer puede exigir el divorcio frente al juzgado. 


jueves, 14 de septiembre de 2017

Ketuvot 75 - Los "defectos" de la mujer

La Mishná estableció que si el hombre decide casarse con una mujer teniendo en cuenta que esta no posee ningún defecto físico (Mumim) pero luego de casarse descubre que la mujer posee ciertos defectos el matrimonio es invalido y el mismo queda disuelto (como si nunca hubiese existido). Ahora bien ¿Cuáles son aquellos defectos? La Mishná nos dice que los mismos defectos que invalidan al Cohen para realizar el servicio en el Templo también invalidan a la mujer para casarse. Estos defectos físicos son descriptos en la Torá y luego pormenorizados y ampliados en el tratado de Bejorot. El Talmud en está oportunidad agrega que hay más defectos que no invalidan a los sacerdotes pero sí invalidan a la mujer. Algunos de estos son:


  • Sudor
  • Motes en cualquier parte del cuerpo.
  • Feo olor en la boca
  • Senos demasiado grandes
  • Senos demasiado separados uno del otro
  • Voz grave
Esta Sugya, aunque no nos sea fácil digerirla desde la perspectiva del siglo XXI, nos permite, entre otras cosas, evaluar la estética de la época y que era considerado feo o lindo en una mujer. Para finalizar una anecdota que es mencionada en el contexto de está Sugya: "Dijo Raba bar bar Jana: Cierta vez vi a una arabe que arrojó sus dos senos para su espalda y le dio de amamantar a su bebé"... como pueden ver en el Talmud uno puede toparse con casi cualquier cosa!

martes, 12 de septiembre de 2017

Ketuvot 74 - El sabio y el medico

¿Cuál es la diferencia entre un sabio y un médico? Parece el inicio de un chiste pero no lo es. Nuestra Guemará se hace está pregunta. Repasemos primero el contexto. En el post anterior habíamos dicho que la Mishná establece que si un hombre se casa con una mujer con la condición de que está no tenga ninguna deformidad o "enfermedad" (mumim) o bien que no haya tomado ningún voto prohibitivo, y luego encuentra que la mujer efectivamente tenía algun mum (singular de mumim) o había hecho alguna promesa el casamiento queda anulado. 

El Talmud entonces analiza si hay alguna forma de solucionar esta compleja situación y nos dice que en el caso de los votos si pero en el caso de los mumim no. ¿Por qué? Porque al parecer el medico y el sabio obran de forma diferente. Si la mujer va a lo de un sabio y este le anula su voto (Hatarat Nedarim) el mismo desaparece como si nunca hubiera existido, y de esta forma el casamiento es técnicamente valido porque el voto "nunca" existió. Sin embargo si la mujer con algún mum va al médico y este la cura, esto solo transforma la realidad presente y futura y no del pasado (del momento en el cual la mujer juró que no tenía ningún mum). Esta es, según el Talmud, la diferencia entre el sabio y el médico. 

jueves, 7 de septiembre de 2017

Ketuvot 73 - Los casamientos "condicionales"

Una nueva Mishná (al final de la página 72b) nos dice que existe la posibilidad de casarse "condicionalmente" o mejor dicho casarse unicamente con ciertas condiciones. Por ejemplo el hombre puede decir que solo se casará con una mujer si esta no hizo ciertas promesas o votos en el pasado. Si finalmente la pareja se casa pero después el hombre descubre que la mujer sí había hecho votos en el pasado el matrimonio es inválido. La Guemará explica que estos votos son los que se conocen como "Inui Nefesh" (votos de aflicción del alma-cuerpo), tales como no tomar vino, no comer carne o no usar ciertas vestimentas coloridas. El matrimonio es invalido porque la condición que había planteado el hombre para casarse finalmente no se dió y se casó engañado. El otro ejemplo que trae la Mishná es si el hombre pone como condición para casarse que la mujer no posea ningún mum (defecto físico visible). Si después del casamiento el hombre descubre que la mujer sí poseía alguno de estos defectos el casamiento queda nulo.