viernes, 9 de marzo de 2018

Ketuvot 103 - La muerte de Rabí I

En una nueva Mishná se nos explica que los huerfanos no pueden echar a la viuda de su hogar. Todo el tiempo que ella desee vivir en el hogar que solía vivir con su marido (aunque ella no sea la madre de los herederos), los herederos del padre no pueden decirle que se tiene que ir a vivir a otro lado, y es más deben seguir alimentandola todo el tiempo que ella viva bajo su techo. El Talmud continúa aclarando que los herederos deben proveelrle a la viuda, todo el tiempo que ella siga viviendo en el hogar donde solía vivir con su difunto marido, la misma calidad de vida de la cual gozo mientras su marido estaba con vida. 

En el contexto de está discusión y análisis sobre está Mishná el Talmud nos trae varias historias en torno a la muerte de Rabí Iehuda HaNasi, el compilador de la Mishná y el máximo referente político de la comunidad judía en Israel de comienzos del siglo III d.e.c. La conexión con nuestra Mishná se da porque cuando Rabí esta por morir este le pide a sus hijos que "sean cuidadosos con el honor de su madre". Todo, dice él, debe seguir siendo igual en la casa aún cuando él ya no este. "La vela prendida debe seguir en su lugar, al igual que la mesa servida, y la cama hecha", todo debe seguir estando igual. Por el honor de su mujer y porque también, como cuenta la leyenda talmúdica, cada víspera de Shabbat el espíritu de Rabí volvía al hogar para visitar a su familia. 

Luego de ordenarle a sus hijos que en el hogar "todo debe permanecer igual", continúa dandole instrucciones a los sabios de Israel. A estos les dice tres cosas: "No deben hacerme eulogías en las ciudades medianas, deben volver a estudiar luego de treinta días, Shimon será el sabio, Gamliel el patriarca y Janina bar Jama deberá ser el Rosh Yeshiva". Como buen patriarca y no solo padre de familia antes de morir Rabí da las instrucciones necesarias para que la transición tras su muerte sea lo más normal posible. En primera instancia él no quería que el duelo sea muy extenso ni muy profundo, la gente debía luego de unos días de duelo volver a sus vidas normales y no llorar en exceso la muerte de su líder, y es por eso que dice que treinta días después de su muerte (igual que el tiempo de duelo por la muerte de Moshé) todo el mundo debe volver a estudiar Torá. Rabí tenía dos hijos, Shimon y Gamliel, y si bien él y el Talmud reconocen que Shimon era más sabio que Gamliel, será este último quien heredará el "trono" como patriarca del pueblo judío frente a las autoridades romanas de la tierra de Israel. Antes de morir Rabí le da a Shimon consejos sobre como debe manejarse en términos de sabiduría, mientras que a Gamliel le da consejos sobre como administrar su poder como exilarca. Finalmente como Rosh Yeshiva, líder de la academia rabínica, deja a Rabí Janina bar Jama, sin embargo este como nos cuenta el Talmud no toma aquella posición ya que había un sabio, Rabi Afes, dos años y medio más grande que él y por respeto a este deja que él sea el Rosh Yeshiva hasta que muere. Luego de su muerte sí será él quien liderará la academia rabínica ubicada en la ciudad de Tzipori donde vivía Rabí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario